Por Manuel Andrés Cadrazco Martelo

El Día de la Madre siempre resulta paradójico, pues es un día muy especial en donde toda la oferta comercial y gastronómica se concentra en celebrarlo, y también las reuniones familiares no se hacen esperar; es como otro primer de enero: no se cocina en casa y la fecha no se dedica a más nada que no sea compartir en familia y con las madres.

Sin embargo, es una fecha de mucha tensión, sobre todo para la Policía y los servicios de salud, hechos como el ocurrido en el Centro Comercial Unicentro de Bogotá, en el que en medio de los festejos en el país, Érika Aponte murió a manos de su pareja Cristhian Rincón, hacen parte de un espiral de violencia de género muchas veces oculta por la celebración.

Según estadísticas oficiales, es cuando más homicidios, riñas y otros actos delictivos se presentan. Medicina Legal reporta que, desde hace más de 10 años, este fin de semana es cuando más hombres son asesinados; Bogotá y Cali lideran las cifras de homicidios. El pasado domingo, en Colombia, la Policía Nacional tuvo que atender 7.581 riñas, de las cuales al menos 2.350 se presentaron entre familiares y unas 928 ocurrieron entre vecinos, casi mil se dieron por consumo excesivo de bebidas embriagantes.

Desde el gobierno y las políticas públicas, integralmente se podrían llevar a cabo varias acciones para que la violencia no siga empañando la celebración; en primer lugar, se pueden implementar campañas antes del Día de la Madre para sensibilizar a la población sobre los riesgos de la violencia, los efectos negativos que puede tener en las familias y promover una celebración pacífica. Adicionalmente, aumentar el pie de fuerza en áreas y lugares de alta afluencia durante el día de la madre para prevenir y responder rápidamente a incidentes violentos.

Esto podría incluir patrullajes adicionales, mayor coordinación con las autoridades locales y establecer puntos de control para evitar el consumo excesivo de alcohol y situaciones de riesgo; igualmente se podrían contemplar ciertas restricciones al consumo de alcohol.

Por último y no menos importante, se debe buscar el fortalecimiento de los servicios de atención y apoyo a las víctimas de violencia de género, y así garantizar la disponibilidad de servicios especializados de atención y apoyo a las víctimas, esto incluye la capacitación de profesionales de la salud, justicia y servicios sociales en la identificación y respuesta adecuada a situaciones de violencia.

El Día de la Madre es un día especial, muchas veces opacado por situaciones nada especiales, se debe abordar la situación integralmente y darle un tratamiento efectivo.